Es muy probable que cuando hablamos de vehículos 4X4 y todoterreno, la primera imagen que llegue a la mente es la de un Jeep, el fabricante de este tipo de vehículos por excelencia, y con una larga tradición de más de 75 años.
Recientemente, Jeep retomó la fórmula de conjugar la cualidad de enfrentar cualquier superficie con la versatilidad de espacio y carga que ofrece una pick up, y el resultado no pudo ser mejor: una camioneta ultra vitaminada con un aspecto agresivo y con una actitud que no denota el más mínimo de temor.
Esa misma sensación se denota desde que abrimos la puerta del conductor para acomodarnos en el asiento, dispuestos a pasar una mañana de aventura y desde luego llevar a la Jeep Gladiator a estirar las piernas en un entorno lo más parecido a su hábitat natural.
El hecho de que sea una camioneta 4X4, hecha para ensuciarse con estilo, no significa que a bordo no cuente con todo el nivel de equipamiento y confort propios de un vehículo moderno, así que al centro del tablero encontramos un sistema de infoentretenimiento dotado con una pantalla táctil a color de 8.4 pulgadas con conectividad Apple CarPlay y Android Auto, así como un equipo de sonido Alpine con nueve bocinas.
En carretera, nuevamente comprobamos que el comportamiento de la Gladiator es mucho más amable con el conductor en comparación con la anterior generación del Wrangler, incluso se siente con mucho más aplomo, pues la mayor distancia entre ejes, 49.2 centímetros mayor debido a la incorporación de la batea, le otorga más estabilidad y un aplomo mejorado.
Eso sí, los enormes neumáticos todoterreno transmiten vibraciones de más a través de la dirección y luego a nuestras manos por medio del volante, esto principalmente por los tacos tan pronunciados en la banda de rodamiento.
En este escenario el motor Pentastar V6 de 3.6 litros que vive bajo el cofre, y que genera 285 caballos de fuerza y 260 libras-pie de torque, se mantiene trabajando de manera muy relajada, gracias a las 8 velocidades que ofrece la transmisión automática a la que el bloque está acoplado.
La Gladiator se siente cómoda sobre el asfalto, sin embargo, de alguna manera nos transmite que lo suyo es vivir fuera de él, así que no demoramos mucho en buscar una brecha llenada con el agua de las lluvias que últimamente no han dado tregua.
No tenemos ni el más mínimo sentimiento de culpa para hacerlo, no sólo por los 43.6 grados del
ángulo de ataque, los 26 de salida o por los 28 centímetros de altura libre con respecto al suelo, que en su carrocería que le permiten enfrentar cualquier obstáculo, sino por el robusto tren motriz con el que equipa, y para muestra basta un botón.
Ponemos en acción la caja reductora, que ofrece el máximo torque del motor a baja velocidad, y a continuación bloqueamos los diferenciales para garantizar la transferencia de la potencia del motor a las cuatro ruedas toquen o no la superficie.
Poco a poco la Gladiator se funde en el agua que, a nuestro paso, se ha enturbiado con la tierra y el lodo del fondo. Casi podemos sentir cómo la suspensión se devora cada roca enterrada en el fondo, sin que la suspensión sacuda con brusquedad a todo el conjunto.
Esta actividad nos resultó tan divertida y adictiva que, una vez que salimos por el otro extremo de la brecha, ya estábamos regresando al punto de partida para volver a meternos, así varias veces.
No se trata de un Wrangler al que se le adaptó una batea, el concepto de la Gladiator va mucho más allá, pues se trata de un vehículo que a nivel estructural fue rediseñado para soportar cualquier tipo de castigo fuera del camino con estas nuevas cualidades, como el acero de ultra alta resistencia para dar espacio a la batea y mantener su fortaleza; está disponible por un precio que inicia en $1,119,900.
MOTOR: V6 3.6 litros
POTENCIA HP/RPM: 285/6,400
TORQUE LB.-PIE/RPM: 260/4,400
TRACCIÓN: 4X4 con caja reductora y bloqueo de diferencial
TRANSMISIÓN: Automática 8 velocidades
CONSUMO COMBINADO: 13.97 km/l